jueves, 24 de noviembre de 2011

LA MEJOR PREVENCIÓN: LA VACUNACION


Aún sin ser obligatoria, la vacunación de los caballos contra el tétanos debería de ser sistemática.
 La vacuna antitetánica fue puesta a punto en el año 1925 en Francia. Este tratamiento conlleva una modificación estructural de la toxina; sin embargo su poder antigénico permanece intacto. La mejor prevención consiste en vacunar al caballo. Dos inyecciones separadas de 4 a 6 semanas son necesarias para la primo-vacunación, seguidas de un primer recuerdo un año más tarde. La producción de anticuerpos comienza a los 10-15 días después de la primera inyección. A partir de ese momento el animal está protegido, pero son necesarios más inyecciones para provocar un efecto de recuerdo duradero e intenso. Como en España las vacunas del tétanos se comercializan asociadas a las de la gripe, el primer recuerdo se hará a los 6 meses, y después anualmente.
Hay que tener cuidado con la vacunación de los potros. La transmisión de anticuerpos maternales es extremadamente variable de un animal a otro, y la mayor parte de los potros son refractarios a la vacunación algún mes después del nacimiento. En la práctica, hay que esperar a los 3-4 meses para poder tener una correcta respuesta a la vacunación.
Las yeguas preñadas se deben vacunar las últimas semanas de la gestación para que pasen la protección a los potros a través de la leche.
Un método muy eficaz cuando se quiere proteger a un caballo no vacunado, o con los recuerdos muy alejados en el tiempo, es utilizar el suero antitetánico y la vacuna a la vez, su veterinario establecerá los protocolos adecuados. No sirve de nada en caballos utilizar solo el suero antitetánico, esto sólo es eficaz para la prevención del tétanos umbilical del potro recién nacido.
De todas formas, debe ser el veterinario quien controle y establezca, de acuerdo con las indicaciones de los laboratorios fabricantes de vacunas, el calendario más apropiado de vacunación para sus caballos.

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